Antes que nada quiero contarte algo rápido. ¿Sabes cómo me acerque al mundo energético y holistico?
Recuerdo que desde que era muy pequeña tenía la sensación que había algo más allá de nuestros cuerpos físicos, lo intuía pero no sabía qué.Cuando estaba en los inicios de mi adolescencia fingía posturas de meditación y según meditar, claramente no sabía nada. Cuando me gradué del colegio y empecé la Universidad algo se abrió. Descubrí un grupo de Yoga en la ciudad dirigido por mujeres y quedé fascinada. Pero ese sentir que tenía desde niña seguía latente y en ese momento se hizo más fuerte. Y la vida me abrió camino para descubrir este maravilloso mundo.
Por eso hoy quiero contarte un pequeño resumen de cómo funcionamos desde la perspectiva yogui. Para resumírtelo estamos compuestos por 3 cuerpos:
Cuerpo físico
Cuerpo sutil
Cuerpo espiritual
Nuestro cuerpo físico es la primera capa, es la puerta de entrada que nos conecta con los otros dos cuerpos. Por eso suele ser una de las capas con las que entramos en contacto primero: porque podemos palparlo, sentirlo, e interactuar por medio de él. La interacción de nuestra mente está muy relacionada también con la interacción de nuestros sentidos con el mundo exterior.
Nuestro cuerpo sutil está compuesto por dos partes: el cuerpo energético desde el trabajo respiratorio y el cuerpo mental (creencias/limitantes/pensamientos/emociones/ego). En este cuerpo entendemos que además de tener un funcionamiento fisiológico y anatómico tenemos un funcionamiento mucho más denso. Somos energía, partimos desde la energía creadora y somos una expansión de ella. Y lo más interesante es como ese cuerpo energético entra en contacto con el aspecto mental y físico, dándonos señales de cómo está nuestro equilibrio energético y espiritual. Nuestro cuerpo y mente son un lienzo de nuestro estado energético.
Nuestro cuerpo espiritual es esa esencia que ya somos. Ya somos seres espirituales. Porque fuimos creados desde ese soplo espiritual creador (independientemente de cuál sea tu creencia religiosa). Cuando accedemos al cuerpo espiritual no es que vayamos a descubrir un lugar nuevo, vamos a volver a nuestro hogar. Nos vamos llenando de tantas creencias y bloqueos a nivel mental y físico que nos alejamos y desconectamos cada vez más de nuestra esencia, que es espiritual. Por eso siempre persigo la idea de que no tenemos que esforzarnos por ser espirituales, ya lo somos. Lo que podemos hacer es conectarnos con fuentes que nos permitan acercarnos de nuevo a esa parte que nos compone, y esto puede ser muy personal.
Lo mas bonito de todo es que no podemos hacer un trabajo individual entre los 3 cuerpos, cada uno de ellos está interconectado con todos los demás. Y ninguno va a ser menos importante. No hay un grado diferencial. Entramos en los tres y hacer esto nos permite entrar en auto observación y consciencia. Y la consciencia nos conecta con nuestra esencia. Y al conectarnos con nuestra esencia estamos en equilibrio.
Desde el yoga podemos observar el cuerpo energético desde los Nadis (canales) y Chakras (centros energéticos). La observación del funcionamiento de cada chakra podemos evidenciarlo desde un aspecto psicológico y físico. Y a partir de ahí restablecer el equilibrio desde la práctica física con posturas, pranayamas (respiración) y meditación.
En una próxima entrada puedo contarte un poco más sobre el cuerpo energético desde el yoga.
Nos leemos pronto,
Diani